Biomecánica aplicada al ciclismo
Entendemos como biomecánica en general, el estudio de los distintos sistemas biológicos tanto en su función como su estructura. En particular la biomecánica aplicada al deporte, es una disciplina que nos ayuda a estudiar las fuerzas que se desarrollan por la musculatura correspondiente aplicadas a las palancas que forman los huesos.
El ciclista se preocupa últimamente en la práctica de su actividad por una correcta alineación de las piernas, con el fin de conseguir una mayor eficacia reduciendo el esfuerzo y el número de lesiones.
Articulación de la Rodilla
En este artículo nos vamos a centrar en la articulación de la rodilla. La complejidad de esta articulación es elevada, por el número de elementos anatómicos que la forman.
Destacamos dos articulaciones:
- Articulación tibio-femoral: articulan los cóndilos femorales con la meseta tibial, recubiertas ambas superficies articulares de cartílago hialino.
- La articulación femoro-patelar: donde articulan fémur por su cara anterior y rótula por su cara posterior.
Ante cualquier práctica deportiva que se pretenda realizar en unas condiciones óptimas con el objetivo de una perfecta realización del ejercicio, es necesario un estudio biomecánico detallado de la actividad a realizar, para poder así obtener la información necesaria sobre algún posible agente lesivo y buscar la prevención de la futura lesión.
En esta ocasión vamos a centrarnos en la práctica de ciclismo, deporte muy presente hoy en día no solo por las diversas modalidades del ciclismo de competición, sino también por el imparable auge que alcanza en la actualidad la práctica de triatlón.
Estudio Biomecánico para ciclistas
El ciclismo en un ejemplo de ejercicio de cadena cinética cerrada teniendo como elemento fijo el pedaleo. Donde es necesario tener en cuenta la sobrecarga producida. Durante la flexión hay un agrupamiento progresivo de segmentos frente al fenómeno inverso que se produce en la extensión.
En la actividad del ciclista la articulación de la rodilla es la que está sometida a más estrés debido a su compleja biomecánica. Se repite el gesto del pedaleo entorno a unas 90-110 pedaladas por minuto.
Las presiones producidas en la articulación femoro-patelar, provienen del movimiento cíclico, según los diferentes los diferentes grados de flexión que encontramos en el movimiento recibimos diferentes presiones en la articulación, a los 45º de flexión recibimos mucha menos presión que a los 55º de flexión.
Este exceso de presión puede desencadenar en una patología que conocemos como “síndrome de compresión patelo-femoral” resultado de una serie factores que no se están dando de manera adecuada como son, posición sobre la bicicleta, altura del sillín, distancia manillar-sillín, tipo de sillín, anclaje, zapatilla, pedal, alineación de la rodilla, forma física,…
En la aparición de esta patología tenemos una excesiva presión ejercida por la rótula sobre el fémur por la fuerte contracción del cuádriceps, presión procedente de numerosas etiologías como por ejemplo puede ser una aumento de flexión de rodilla durante el pedaleo, cargas excesivas o traumatismos.
Como sintomatología principal de este signo duele la rodilla por su cara lateral, durante la actividad y los diferentes gestos que impliquen flexo-extensión de rodilla.
En la valoración de esta patología vamos a prestar especial atención a la posición de la rodilla, tendón rotuliano, alineación de la rótula, alineación del miembro inferior y a medir el ángulo Q. Angulo que influye en la alineación de toda la extremidad siendo un importante indicador de la biomecánica de esta. (ver plantillas para ciclistas)
El ángulo es el resultado entre el eje del cuádriceps y el eje del tendón rotuliano. Si se unen los segmentos de espinas iliacas antero superiores con el centro de la rótula y el centro de la rótula con la tuberosidad anterior de la tibia.
Se ve aumentado principalmente cuando aumenta la anteversión del cuello del fémur y rotación externa de tibia, sin dejar de considerar las estructuras adyacentes y la postura de rodilla.
Contrarrestan el desplazamiento lateral: el alerón rotuliano externo, el vasto interno y la posición del cóndilo femoral.
La normalidad de este ángulo está comprendida normalmente de 15º a 20º.
Es muy importante el papel del fisioterapeuta en la prevención de este tipo de lesiones y en su tratamiento una vez establecidas, quedando descartado el tratamiento farmacológico o quirúrgico por su poca probabilidad de éxito.
Post escrito por Virginia Acosta Mateos
Graduada en Fisioterapia