¿Realmente las plantillas que utilizamos son a medida?
¿Es suficiente con tomar la huella de una persona para realizar unas plantillas a medida?¿Por qué en la mayoría de los casos el profesional que prescribe la plantilla no es el mismo que las adapta y entrega personalmente al paciente? ¿Se pierde información y por tanto posibilidad de éxito en este proceso?
Siempre es buen momento para arrojar un poco de luz a interrogantes que suelen plantear nuestros pacientes en consulta. Muchos acuden con bolsas llenas de plantillas de diferentes profesionales pero pocas son las que realmente se adaptan a la morfología y patología del paciente, lo que genera en ocasiones rechazo y desconfianza hacia este tipo de tratamiento que tan eficaz resulta en los casos que verdaderamente están indicados y en los que se realiza el análisis adecuado.
¿Qué nos puede llevar a pensar que las plantillas que llevamos no son a medida?
- No hay dos pies iguales, ni siquiera dentro de una misma persona, por tanto, la plantilla del pie izquierdo debe ser diferente a la del pie derecho. Si superponemos 2 plantillas de una misma persona y son idénticas en materiales, longitud, altura de arco plantar, etc, indicio más que probable de que estemos ante plantillas estándar o en las que no se han tenido en cuenta variables importantes.
- Plantillas realizadas bajo prescripción facultativa sin previo análisis biomecánico informatizado de la huella plantar, centro de gravedad, análisis de marcha e incluso de la carrera o gesto técnico concreto, ni toma de molde exacto del pie, difícilmente puedan ser plantillas a medida al carecer de información suficiente para realizarlas
- Aparatología empleada en consulta que aunque se sigue usando, deberíamos plantear renovar por los sistemas actuales de medición:
- Podoscopio: cajón de metacrilato transparente con un cristal debajo sobre el que nos subimos y mediante un haz de luz (generalmente verde, azul o amarillo) el profesional puede ver nuestra huella plantar. Es un sistema de análisis de la pisada rápido y sencillo pero que en numerosas ocasiones induce a errores, principalmente a la hora de diagnosticar falsos pies cavos cuando verdaderamente son pies valgos. Al ser un sistema de medición estática basado en la reflexión de la luz sobre la presión de la huella, puede dar falsas imágenes de huella que en apariencia nos lleven a diagnósticos erróneos y por tanto a realizar plantillas inadecuadas. Tampoco permite valorar el grado de presión cuantitativa de la superficie plantar, dificultando así la elección de la densidad y grosor del material a emplear para la realización de las plantillas.
- Pedigrafía: es una especie de pequeña y fina caja de goma llena de tinta en la que se introduce un folio y al pisar el paciente queda plasmada su huella en el papel. Se puede utilizar tanto en estática como en dinámica pero en ningún caso permite analizar porcentajes de carga, estado del baricentro ni obtener un molde del pie real o en 3 dimensiones, impidiendo así conocer la altura exacta de los arcos plantares.
- Las plantillas tienen repercusión sobre todo el organismo, afectando positiva o negativamente a nuestros miembros inferiores y nuestra espalda, por tanto, siempre que se vayan a realizar unas plantillas se debe hacer un estudio y análisis pormenorizado de todas las estructuras implicadas y de los efectos que queremos causar en ellas. Se recomienda analizar la huella el paciente, el tipo de pie, morfología de sus rodillas, altura de sus caderas y posición de su columna vertebral y cabeza. Este análisis no debe ser solo visual o con Rx, sino que debe realizarse una valoración en tiempo real del movimiento y una exploración en camilla para el análisis de otros parámetros como rangos articulares pasivos y amplitud de movimientos activos. Sería interesante que el profesional sanitario que realice dicha exploración, tenga amplios conocimientos tanto del pie como del resto de estructuras corporales implicadas.
Si el podólogo es el profesional sanitario especialista en las enfermedades y afecciones de los pies,
¿por qué la mayoría de las plantillas que se realizan en España son prescritas por el traumatólogo y elaboradas por ortopedias?
Básicamente porque el podólogo no forma parte del equipo de profesionales que integra el sistema público de salud. Es decir, el que quiere unas plantillas a medida elaboradas por un podólogo, no tiene opción de acceder a ellas por la vía pública, por lo que se ve obligado a hacerlo de forma privada. Esto limita su uso y su difusión entre el personal sanitario de régimen hospitalario y ambulatorio. Hay compañeros sanitarios de profesión que desconocen totalmente el trabajo real que desempeñan los expertos en biomecánica, por lo que no pueden aconsejar a sus pacientes que acudan a este tipo de centros a recibir este servicio.
¿Plantillas que no entran ni en los zapatos?
una plantilla a medida es justamente eso. Por tanto, se debe poder adaptar a todo tipo de calzado que utilice el paciente. Cuando hablamos de todo tipo de calzado es tanto deportivo como laboral, de calle y de fiesta. En ocasiones se recomienda realizar diferentes tipos de soportes plantares porque evidentemente no es la misma horma ni la misma biomecánica funcional de un pie dentro de un calzado de tacón de fiesta que una horma para zapatilla deportiva pero hay materiales y diseños para lo que demande el paciente.
¿Plantillas para toda la vida?
Corrientes terapéuticas como la Biomecánica Funcional Global buscan estímulos correctores propioceptivos y de estructuras blandas que permitan usar las plantillas sólo durante el tiempo necesario para generar una asimilación de los cambios conseguidos con el uso de plantillas. En algunos, es posible utilizar las plantillas durante un mes y una vez comprobado que el efecto corrector se ha producido y asimilado por parte del organismo, retirar las plantillas y no volverlas a utilizar si el paciente lo desea.
No basta con «impresionar» al paciente con medios técnicos de última generación. El proceso de análisis y fabricación de una plantilla comienza desde que el paciente entra por la puerta y observamos su forma de caminar, sentarse y estar de pie, hasta que nos despedimos de él en consulta. Ello requiere de una formación y aparatología específica que garantice un servicio de calidad. Cuando se cumplen estos requisitos, los resultados hablan por sí solos. El desconocimiento dentro del propio personal sanitario dificulta la difusión de este tipo de técnicas que llevan años practicándose pero que al estar fuera del servicio público no gozan del reconocimiento que merecen dentro de esta rueda que conforma la sanidad pública española. Muchos compañeros fisioterapeutas, traumatólogos y rehabilitadores desconocen por completo hasta donde se puede llegar desde el campo de la biomecánica aplicada a la salud de nuestros pacientes.
¿Y tú, todavía no conoces el concepto de Biomecánica Funcional Global? ¿A qué esperas?
Artículo publicado por D. Manuel Pereira Domínguez.
Director del Area de Biomecánica Deportiva del Hospital Victoria Eugenia de Sevilla. Director de centros Clínica Global. Podólogo, Fisioterapeuta y Osteópata C.O.